La muerte es sigilosamente trágica y hermosa. En México, llena de color y misticismo. Nos toca de maneras impensables, camina entre nosotros como un fantasma oliendo almas y decidiendo el turno de cada ser que se lleva. En ocasiones nos roza la nuca, pero decide que aún no es tiempo y pasa de largo para llevarse a un ser querido.
Existen miles de caminos a tomar en nuestra vida y todos llevan al mismo final inevitable. Es necesario entender que la muerte también es parte de la vida.
La muerte, musa eterna de poetas
Octavio Paz, premio nobel de literatura 1990, describe en “El laberinto de la soledad”, el arraigo de la muerte en el imaginario colectivo mexicano, como parte de su historia e identidad y enfatizando la manera tan particular de festejar algo que para otras culturas resulta complejo de entender.
Rosario Herrera Guido, analizando la poética de Octavio Paz sobre la vida y la muerte, escribió: “La muerte es un elemento vital para la vida gracias a la cultura, a través del arte y la poesía, como elementos que salvan a los mortales de enfrentar la desgarradura de la existencia y un destino fatal… vivir para esperar la muerte”.
Calaveras literarias, expresión poética que honra la muerte.
Las calaveras literarias son expresiones poéticas que hacen alegoría a la muerte y su relación con la vida cotidiana. Denotan la mofa que el mexicano hace de su desgracia y evocan sentimientos profundos en versos, de forma chusca y en algunos casos, desafiante.
Existen diferentes estilos, algunas narran sentimientos colectivos desencadenados por las experiencias que atravesamos como sociedad, reflejan la historia actual.
Minerva R. Guillén
Día de Muertos en México, una celebración única en el mundo.
En México la muerte es motivo de celebración y júbilo. Desde las civilizaciones prehispánicas existe la creencia de que los difuntos regresan del Mictlán para celebrar con sus familiares en el mundo de los vivos.
La fiesta inicia el 01 de noviembre, día de los santos que conmemora a quienes partieron siendo niños y no nacidos. El 02 de noviembre se invita a las almas de los adultos fallecidos. Las familias mexicanas construyen altares con fotografías de sus difuntos y montan un festín que gozarán todos al reunirse.
La combinación de comida, bebida, música, pintoresca decoración y sincretismo prehispánico; amalgamado con las costumbres heredadas de los españoles, atrae a miles de extranjeros. En los Pueblos Mágicos de México, desde el 28 de octubre se montan bellísimas ofrendas colectivas a difuntos famosos.
De día puedes sentir el dulce aroma del cempasúchil que perfuma las calles empedradas. Admirar el papel picado con diseños alegóricos que adornan las cornisas de las construcciones coloniales. En la noche empieza la celebración. Cientos de veladoras indican el camino hacia los altares. Se forma un ambiente místico a media luz y fríos vientos recorren los callejones.
Celebración a los fieles difuntos, honramos su vida y el mensaje que nos dejan al partir
Las coincidencias no existen. La vida va poniendo en nuestro camino a personas que dejan aprendizajes que sólo a través de ellos podemos comprender, y viceversa. Tristemente, una vez cumplida la misión la muerte llega cautelosa y sutilmente nos tiende la mano para llevarnos en paz. Otras veces hace gala de su mala fama y vestida de negro nos lleva de súbito.
Si pudiéramos saber el momento exacto en que nos iremos con Ella, quizá respetaríamos más nuestra propia vida. Mientras tanto, honremos a quienes han sucumbido ante sus encantos o tomados por sorpresa se desvanecieron a su lado. Antes de que su alma traspase el umbral de la luz para llegar a Mictlán, seguramente ellos siempre regresan la vista y nos regalan una mirada. Sonríen porque saben que han dejado exitosamente su mensaje a las personas correctas.
Sufrimos quienes nos quedamos, pero debemos celebrar que ellos han vuelto al todo y regresarán a este plano para festejar con nosotros el día de muertos. Aún no logramos descifrar qué pasa después de que nuestro cuerpo muere. Lo sabremos con certeza hasta que llegue nuestro día. En el camino seremos maestros y pupilos de esta extraordinaria aventura que es la vida.
Gran artículo, da mucho que pensar!